MINUTO DE SILENCIO EN NUEVA YORK

Muere Butros Butros-Ghali, exsecretario general de las Naciones Unidas

Butros Butros-Ghali, el 23 de febrero de 1993, en Washington.

Butros Butros-Ghali, el 23 de febrero de 1993, en Washington. / periodico

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Fue el primer africano en ocupar la secretaría general de la ONU, y su mandato estuvo marcado por los sangrantes conflictos de Ruanda Somalia, pero también por las guerras de la antigua Yugoslavia. El egipcio Butros Butros-Ghali, nacido en 1922, ejerció su único mandato de cinco años entre 1992 y 1996, sustituyendo al peruano Javier Pérez de Cuéllar, y fue sucedido por el ghanés Kofi Annan. Este miércoles se informó de su fallecimiento en la propia ONU, donde el Consejo de Seguridad guardó un minuto de silencio en su memoria. No se dieron más detalles del deceso, aunque se sabía que había ingresado la semana pasada en un hospital de El Cairo. Tenía 93 años.

Nacido en el seno de una de las familias cristianas coptas más importantes de Egipto -su abuelo Butros Ghali Pasha fue primer ministro egipcio entre 1908 y 1910-, Butros-Ghali se licenció en Derecho por la Universidad de El Cairo y después se diplomó por la Universidad de París en Derecho Público y Económicas. Antes de llegar a la ONU había ocupado, entre otros, el cargo de viceprimer ministro para Asuntos Exteriores de su país.

En la cúspide de las Naciones Unidas, Butros-Ghali se asoció con la problemática de la hambruna en Somalia y organizó la primera gran operación de ayuda humanitaria de la ONU a aquel país del Cuerno de África. Pero el éxito no le acompañó, ni allí ni en otras partes donde la ONU tuvo que lidiar con un mundo post-comunista cada vez más desordenado, en el que el organismo internacional y las grandes potencias subestimaron a menudo las raíces profundas de muchos conflictos.

CRITICADO POR RUANDA Y ANGOLA

Butros-Ghali fue criticado por el fracaso de la ONU en actuar a tiempo en el genocidio de Ruanda de 1994 y por no presionar lo suficiente para una intervención que pusiera fin a la guerra civil de Angola en los años 90, que aquel tiempo era una de las crisis más longevas del mundo.

El exsecretario general de la ONU fue objeto de burlas en Sarajevo (Bosnia), Mogadiscio (Somalia) y Adis Abeba (Etiopía). Tenía por costumbre meterse entre la multitud y encararse a los manifestantes cuando los guardias de seguridad se lo permitían. “Estoy acostumbrado a que los fundamentalistas de Egipto discutan conmigo”, afirmó una vez a la agencia Reuters.

LA GUERRA EN BOSNIA

Butros-Ghali sorprendió a muchos en Sarajevo cuando afirmó que no pretendía minimizar los horrores de la guerra de Bosnia, pero que había otros países donde el número total de muertes “era muy superior que aquí”.

En Etiopía, el diplomático egipcio exigió a los señores de la guerra somalís y a los líderes tribales que dejaran de acusar a las Naciones Unidas, y a él mismo, de colonialismo, añadiendo que los somalís deberían preocuparse si las antiguas potencias coloniales ignoraban sus reivindicaciones por continuar con sus luchas internas.

“La guerra fría ha terminado”, proclamó. “Nadie está interesado en los países pobres de África ni de ninguna otra parte del mundo. Pueden fácilmente olvidarse de Somalia en 24 horas”, añadió. Aunque fue propuesto para continuar al frente de la ONU hasta el 2001, Estados Unidos –uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad- vetó su candidatura.