MEDIDA ECONÓMICA

El Gobierno argentino lanza una aplicación de móvil para controlar los precios

La inflación ha subido un 3% y el consumo ha caído un 7,2% solo durante el pasado mes de enero

Unos clientes compran carne en un mercado de Buenos Aires.

Unos clientes compran carne en un mercado de Buenos Aires. / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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La carne de vacuno es patrimonio cultural y alimentario para muchísimos argentinos. Pero el verano inflacionario obliga a las restricciones y un forzado vegetarianismo. El fuego de las parrillas se enciende de vez en cuando y, tras las cenizas y la digestión, a veces llega el arrepentimiento. Las familias se reprochan haber gastado "tanto" dinero en una comida. Otros hogares recurren a la abstinencia. 

Debido al aumento de los precios -más de un 22% desde el pasado 10 de diciembre- el consumo ha caído un 7,2% el pasado mes de enero. La inflación -que durante en ese mes superó el 3%, según los cálculos más optimistas, y tiene una proyección anual superior al 25%- augura inhibiciones mayores.

El presidente Mauricio Macri reconoció que Argentina se demorará al menos dos años en reducir a un dígito la tasa inflacionaria. Macri, como antes lo hizo su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, frente a la burla de la oposición, llamó a la ciudadanía a sumarse al combate contra el aumentos indiscriminado de los precios.

ELEGIR MEJOR

Después de visitar un importante supermercado de la periferia bonaerense, el presidente anunció que se creará una aplicación para teléfonos móviles en la que se podrá saber dónde están los productos más baratos. De esta manera, los consumidores tendrán en sus manos la posibilidad de elegir las mejores ofertas. "Cualquier argentino podrá chequear donde se encuentra el mejor precio". 

Macri dijo que, con el teléfono en mano, los argentinos tendrán un arma para "defender su salario". Y advirtió: "estaremos todos controlando".

Después de la devaluación del 40% de la moneda nacional, los precios de los productos básicos se han disparado. El ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, no pudo salir de su asombro días atrás tras visitar varios supermercados.

La exestrella de la banca JP Morgan pudo constatar en su recorrido que había una fuerte distancia entre las previsiones oficiales y la realidad. Por un kilogramo de "tira de asado", uno de los cortes más populares y económicos, hay que pagar más de 10 dólares (8,8 euros). Los 6,5 dólares (5,7 euros) calculados por las autoridades eran ilusorios.

El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la ciudad de Buenos Aires, Alberto Williams, predijo, para mayores trastornos, otra estampida de precios. "Viene el aumento de la luz ( 350%). Nosotros tenemos el gasto mayor en la corriente. No podemos apagar las heladeras".

DURAS NEGOCIACIONES

Pero, además, sindicatos y patronales se preparan para duras negociaciones salariales y eso también se hará sentir en los costos de producción  y los bolsillos de los consumidores. El sector de la carne ya hizo saber que quiere mejoras del 40%. Los docentes solicitaron un 35%. El Gobierno le ha pedido a todos los sindicatos que se moderen en sus exigencias para que la inflación no se dispare.

Macri atribuye la inflación a la pesada herencia económica que le dejó el kirchnerismo. "Es el peor impuesto que se le puede cobrar a la gente y lo pagan más aquellos que menos tienen".

La aplicación para móviles para controlar los precios que ofrecerá el Gobierno de derechas parece ofrecer más problemas que soluciones. En Argentina se venden los smartphone más caros de la región, a un valor promedio de 568 dólares (503,9 euros), contra 445 dólares (394,8 euros) en Brasil y 358 dólares (317,6 euros) en Chile. Las tarifas telefónicas también son las más costosas de Iberoamérica.