Rousseff se declara "tranquila" ante el inicio del juicio político en su contra

La presidenta brasileña se defiende de tdas las acusaciones que pesan sobre ella

Dilma Rousseff

Dilma Rousseff / periodico

EDUARDO SOTO / RÍO DE JANEIRO

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Los brasileños han recibido con una mezcla de temor y resignación el inicio del juicio político o 'impeachment' contra su presidenta Dilma Rousseff. Fue en  la tarde del miércoles cunado el polémico presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, anunció que daría inicio al proceso contra la presidenta, al aceptar la solicitud efectuada por los juristas Hélio Bicudo y Miguel Reale. 

En esa solicitud se acusa a Rousseff de haber cometido una violación de la Ley de Responsabilidad Fiscal del país al utilizar “subterfugios contables” que le permitieron ocultar el déficit real de su Gobierno en plena campaña presidencial de 2014 y que se repitieron en 2015, algo que fue certificado por la sentencia del Tribunal de Cuentas de la Unión(TCU) el pasado mes de octubre.

Cuentas en Suiza

Sin embargo, son pocos los que en Brasil creen que Cunha decidió dar el definitivo empujón al proceso de 'impeachment' por un motivo tan débil como el maquillaje contable. En los últimos días, la prensa del país informó de las maniobras del político para chantajear al Gobierno ofreciendo el archivo de los 34 peteiciones de impeachment contra Rousseff a cambio de congelar el proceso en su contra en el Consejo de Ética por haber ocultado cuatro cuentas bancarias en Suiza por valor de 2,4 millones de dólares. Cunha está además investigado por la Justicia de Brasil por la supuesta recepción de 5 millones de dólares en sobornos por parte de la red corrupta que operó durante años en la petrolera brasileña Petrobras. 

Visiblemente molesta por la reacción de Cunha, la presidenta Dilma Rousseff compareció públicamente ante los brasileños para dar explicaciones. “Recibí con indignación la decisión del presidente de la Cámara de Diputados contra un mandato democráticamente conferido por el pueblo brasileño”, declaró Rousseff quien automáticamente recordó: “No hay en mi contra una sospecha de desvío de dinero público, no tengo cuentas (ocultas) en el exterior y no presioné a instituciones o personas”.

En cuanto al juicio político, Rousseff declaró sentirse “tranquila” y convencida de que el proceso en su contra será improcedente y será archivado por el Congreso. Sin embargo, el temido impeachment será lento ya que podría prolongarse durante meses y deberá pasar por la creación de una comisión especial, la votación de la Cámara de los Diputados y del Senado. Un proceso que, sin duda, agravará aun más la crisis de un país sumido en una crisis económica, social y política.