GUERRA EN SIRIA

El Estado Islámico siembra Palmira de minas y bombas

Una oenegé siria dice que podrían destruir la ciudad o impedir el avance gubernamental

Imagen difundida por los yihadistas en mayo con la bandera del EI presidiendo el anfiteatro de Palmira.

Imagen difundida por los yihadistas en mayo con la bandera del EI presidiendo el anfiteatro de Palmira.

ANA ALBA / JERUSALÉN

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El grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha sembrado de minas y bombas la parte antigua de la ciudad siria de Palmira, según informó este domingo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). Palmira alberga unas ruinas romanas muy extensas y bien conservadas, decretadas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Los restos arqueológicos incluyen un anfiteatro espectacular, columnatas y templos. El anfiteatro fue escenario de la matanza de 20 hombres a manos de los yihadistas el pasado mayo. Los ejecutados estaban acusados de apoyar al régimen de Damasco.

El OSDH señaló que se desconoce el propósito del EI al minar la ciudad antigua de Palmira. Una hipótesis apunta a su intención de destruirla, a pesar de que el grupo yihadista indicó en mayo, tras tomar la localidad, que no derruiría los restos arqueológicos, como hizo en algunos lugares emblemáticos de Irak, entre ellos la ciudad asiria de Nimrod.

El EI indicó que destruiría algunas estatuas, pero que dejaría intacto el resto de Palmira, aunque los responsables de antigüedades del Gobierno sirio no han dejado de temer por la destrucción de la ciudad, de valor artístico y cultural incalculable.

La segunda hipótesis que apunta el OSDH es que los yihadistas hayan minado la zona antigua para evitar que puedan acceder las fuerzas gubernamentales sirias. «Plantaron las minas ayer [sábado]. También colocaron algunas alrededor del teatro romano, pero aún no sabemos cuál es la verdadera razón», indicó el director del OSDH, Rami Abdulrahman, a la agencia Reuters.

A finales de mayo, el EI difundió por internet imágenes de la zona antigua de Palmira, donde viven 50.000 personas. Las fotos mostraban las ruinas romanas intactas, pero no se pudo comprobar si eran auténticas.

BANDERA NEGRA

Las diez imágenes se publicaron como un reportaje fotográfico titulado 'La antigua ciudad de Tadmur', nombre con el que también se conoce a Palmira. Las fotos mostraban la entrada al anfiteatro, donde parecía ondear una bandera negra del EI, que también publicó imágenes de algunas columnas y arcos.

Otras instantáneas ofrecían visiones de la cárcel de la ciudad: la entrada, puertas de celdas, una celda vacía por dentro, una sala de detención y una oficina en la que había un retrato de Hafez al Asad, difunto presidente sirio y padre del actual jefe de Estado, Bashar el Asad.

Activistas del OSDH que mantienen contacto con ciudadanos de Palmira confirmaron que los restos arqueológicos no habían sido dañados. Ubicada en un palmeral, esta ciudad fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo y un punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda.