COMBATE CONTRA EL TERRORISMO

Obama refuerza la lucha contra el yihadismo en Irak

EEUU envía a 450 militares para entrenar a los iraquís contra el Estado Islámico

Unos iraquís portan el ataúd de un experto en explosivos en Karbala.

Unos iraquís portan el ataúd de un experto en explosivos en Karbala.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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En una expansión modesta pero señalada que marca el primer ajuste en meses de la estrategia de EEUU para combatir al Estado Islámico en Irak, la Administración de Barack Obama anunció ayer el envío de hasta 450 militares a la provincia de Anbar y la entrega «acelerada» de equipamiento y material a los iraquís.

Los militares no participarán en combate sino que «entrenarán, asesorarán y asistirán» a las fuerzas de seguridad iraquís en la base militar de Taqqadum, en el este de la provincia de Anbar, según explicó la Administración. Esa formación incluye el entrenamiento de combatientes de tribus sunís, que Washington define como elemento «esencial» para hacer frente al grupo terrorista.

RECUPERAR RAMADI / El «giro en el enfoque» demuestra el impacto que ha tenido en la Casa Blanca la captura de Ramadi, que cayó en poder del EI el mes pasado. Recuperar esa ciudad, situada a poco más de 100 kilómetros de Bagdad, aparece ahora como la prioridad de Washington y desplaza, quizá como mínimo hasta el año que viene, la meta de recuperar Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak y con cuyo control el EI se hizo hace ahora un año.

Fue justo tras la caída de Ramadi (que dio un duro golpe a los tintes triunfalistas que empezaban a verse en Washington tras algunas victorias contra el EI como la recuperación de Tikrit) cuando Obama pidió al Pentágono que le presentara nuevas opciones. Estas se le expusieron la semana pasada y, aunque este mismo lunes en Alemania el mandatario estadounidense provocó polémica al asegurar que EEUU no tenía todavía «una estrategia completa», ha optado por el que será el primer despliegue estadounidense desde el envío de 1.500 soldados en noviembre, que entonces elevaron la presencia a 3.080 militares.

Pese a tomar esta última decisión, Obama probablemente no vaya a librarse de las críticas, especialmente de halcones republicanos como el senador John McCain, que es uno de los que reclaman un despliegue militar mucho más contundente que incluya soldados que puedan identificar sobre el terreno objetivos para atacarlos desde el aire.

La Administración, en cambio, insiste en que «la mejor estrategia» contra el EI es reforzar a los iraquís y dejar en sus manos tanto la campaña militar como la necesaria y compleja coordinación política entre chiís y sunís.