POLÉMICA POR UN sombrío ACTO NOSTÁLGICO

España acoge un monumento en homenaje a terroristas franceses

Louis Aliot, pareja de Marine Le Pen, el pasado domingo, en Perpinyà.

Louis Aliot, pareja de Marine Le Pen, el pasado domingo, en Perpinyà.

ELIANNE ROS
PARÍS

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Tras el lavado de imagen de la ultraderecha capitaneado por Marine Le Pen, cuya victoria en las europeas acaba de provocar un seísmo en Francia y en Europa, subsiste un Frente Nacional (FN) apegado a la nostalgia colonial más sombría. Más de 50 años después del fin de la guerra de Argelia, miembros del partido mantienen viva la memoria de la Organización del Ejército Secreto (OAS), grupo armado que se opuso a la independencia del país africano y al que se atribuyen más de 2.000 asesinatos. Después de fracasar en su intento de rendir homenaje a los terroristas de la OAS en Francia, la asociación Adimad, vinculada a la ultraderecha y que vela por «la defensa de los intereses morales y materiales de los antiguos detenidos y exiliados de la Argelia francesa», ha logrado el permiso para erigir un monumento en Polop (Alicante). En el cementerio de esta población, el próximo 7 de junio está prevista la colocación de una estela con los nombres de cuatro célebres terroristas de la OAS.

Según un documento interno de Adimad, al que ha tenido acceso este diario, la estela lleva «grabados en bronce» los nombres de «Roger Degueldre, Albert Dovecar, Claude Piegts y Jean Bastien-Thiry». Este último fue condenado a muerte por haber dirigido el atentado que estuvo a punto de costarle la vida al general De Gaulle en agosto de 1962, conocido como el atentado de Petit-Clamart. Roger Degueldre fue el creador de los comandos Delta, brazo armado de la OAS, y Piegts y Dovecar fueron los responsables del asesinato del comisario central de Argelia, Roger Gavoury. Su hijo, Jean-François Gavoury, preside la Asociación para la protección de la memoria de las víctimas de la OAS (Anpromevo), enzarzada en una intensa lucha jurídica contra los intentos de Adimad de glorificar a los defensores de la Argelia francesa.

«Es como si en Francia se erigiera un monumento al franquismo o a ETA», subraya Gavoury, convencido de que «los españoles comprenderán» que este homenaje carece de sentido en la actualidad. En su documento, Adimad indica que el «mausoleo permitirá también dar las gracias calurosamente al pueblo español por la acogida que les reservó (a los «resistentes de la Argelia francesa») en 1962». Un agradecimiento que viene a ser un tributo al franquismo, que amparó a la OAS, desde su fundación en Madrid el 11 de febrero de 1961 hasta el posterior desembarco en España de algunos de sus miembros, que optaron por el exilio para escapar de la justicia francesa.

La carta de Adimad convocando al acto de homenaje en Polop, firmada por su presidente, Jean-François Collin, miembro del FN, pide a los destinatarios «discreción en relación con los medios de comunicación y nuestros enemigos». Para Louis Aliot, pareja sentimental de Marine Le Pen y número dos del partido recién elegido eurodiputado, los miembros de la OAS «son unos héroes». A su juicio, «fueron durante la guerra de Argelia lo mismo que los francotiradores y los grupos armados de la Resistencia durante la Ocupación».

Por su lado, el alcalde de Polop, el socialista Gabriel Fernández Fernández, no ve motivo de polémica. «No es una cuestión de izquierdas o de derechas, es simplemente la colocación de una lápida en homenaje a los caídos en Argelia, para que la gente tenga un lugar para ir a recogerse», opina. Sostiene que en la petición que recibió de Adimad no figuraban los citados terroristas y que asistirá a la inauguración de la estela «sin ningún problema» el 7 de junio, fecha del aniversario de la ejecución de Dovecar y Piegts. Fernández recuerda que en Polop, una población de 3.600 habitantes, hay un centenar de franceses que tuvieron que exiliarse de Argelia «muy bien integrados» y que su propia mujer es descendiente de esta comunidad. En la zona de Alicante son unos 400.

INICIATIVA PRIVADA / Consultadas sobre el significado del acto y sus posibles consecuencias, las autoridades francesas se han desvinculado del homenaje. «La iniciativa es totalmente privada y no se asocia de ninguna manera a las autoridades francesas», precisa un portavoz de la embajada francesa en Madrid. A la hora de cerrar esta edición, la Oficina de Información Diplomática española no había recabado la información necesaria para responder a las cuestiones planteadas la pasada semana por este diario.

El representante de las víctimas de la OAS no sale de su sorpresa. Gavoury sostiene que el monumento sería considerado ilegal en Francia -esgrime la jurisprudencia de una estela erigida en Marignane- y confía en un «sobresalto» de la diplomacia. «¿Cómo un monumento que hace explícitamente apología del terrorismo y que la justicia francesa ordenaría desmantelar podría ser admitido en otro país europeo?», se indigna.