Detenida la cúpula del partido neonazi griego Amanecer Dorado

Eran las 7.30 cuando agentes de la policía antiterrorista entraron ayer por sorpresa en casa de Nikolaos Mijaloliakos, líder del partido neonazi griego Amanecer Dorado. En su posesión se hallaron tres armas sin licencia y 43.100 euros en efectivo. Poco a poco, a lo largo de la mañana, fueron cayendo otros políticos y diputados del partido, prácticamente la cúpula al completo de la organización, que con 20 diputados posee grupo parlamentario propio.

En total se han emitido órdenes de captura para más de una treintena de miembros y altos cargos de la organización neonazi, de los que 19 fueron arrestados, aunque el número dos del partido continuaba huido al cierre de esta edición. Los medios griegos aseguran que en los próximos días continuarán las detenciones en el entorno organizativo del partido, además de entre los empresarios que los financian.

Las imágenes de diputados electos esposados por la policía constituye un hecho sin precedentes en Grecia desde el final de la dictadura, pero es que Amanecer Dorado no es solo un partido político. La fiscalía -que ha abierto una investigación sobre las actividades y la financiación de la organización a raíz del asesinato la pasada semana del cantante

Pavlos Fyssas- lo acusa de haber creado una «organización criminal» dedicada al asesinato, las agresiones físicas, las extorsiones e incluso el lavado de dinero. Además de los registros telefónicos del asesino confeso de Fyssas, que hizo llamadas a miembros del partido antes y después del crimen, la fiscalía ha reunido pruebas de decenas de actos violentos en los que han estado involucrados miembros del partido. Además cuenta con varios exmilitantes que han aceptado declarar dentro de un programa de protección de testigos y que habrían apuntado a que la organización posee una jerarquía bien establecida, con una «clara cadena de mando», lo que permitiría condenar a la cúpula del partido.

«Habéis tenido que desmantelar la policía y el EYP (los servicios secretos) para arrestarnos», gritó el diputado neonazi Yorgos Yermenis a los periodistas congregados en la Dirección Nacional de Policía. Y no le falta razón. La investigación en torno al aparato de Amanecer Dorado se lleva en paralelo a las abiertas dentro de la policía y las Fuerzas Armadas para limpiar los cuerpos de seguridad de colaboradores de los militantes neonazis.

Hasta ahora una veintena de altos cargos habían sido relevados de sus puestos y ayer otros dos policías en activo fueron arrestados junto a los diputados ultraderechistas, mientras que un tercero estaba en busca y captura. El viernes, además, se suspendió de su cargo a un director de los servicios secretos encargado de la vigilancia de Amanecer Dorado: resultó que está emparentado con un miembro del partido neonazi y que había sido acusado del secuestro de varios paquistanís dentro de una investigación antiterrorista.

EXAMEN A LA DEMOCRACIA / A lo largo de todo el día, el primer ministro, el conservador Andonis Samarás, mantuvo reuniones de urgencia con sus ministros para valorar el alcance de los hechos. «La democracia se defiende a través de sus instituciones», afirmó el portavoz del Gobierno, Simos Kedikoglu. La mayoría de los partidos políticos se han mostrado satisfechos con las detenciones y el principal de la oposición, el izquierdista Syriza, dijo que el modo en que evolucione el caso será «un examen sobre la calidad de la democracia» griega. Como escribió el director del diario conservador Kathimerini, Nikos Kostandaras, «el retraso en tomar medidas contra Amanecer Dorado ha tenido un coste muy alto, incluyendo asesinatos», pero finalmente se ha actuado, algo imprescindible para «recuperar la fe en las instituciones y el Estado».