Cuba detiene a decenas de disidentes en el funeral de Payá

Al disidente cubano Oswaldo Payá ni lo han podido enterrar este martes en paz. Después del oficio religioso del cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana y máxima autoridad católica en la isla, en el que se ha leído un pésame del papa Benedicto XVI, la policía política de Cuba ha detenido a buen número de los disidentes que marchaban hacia el cementerio de Colón, entre ellos el periodista Guillermo Fariñas, que había recibido como Payá el premio europeo Sajarov a los derechos humanos.

Conocido sobre todo por sus numerosas huelgas de hambre, Fariñas ha sido abordado por policías de civil, al tiempo que otros agentes han arrestado a decenas de militantes de la oposición. El cardenal Ortega ha leído el mensaje en el que Benedicto XVI ha mostrado su «cercanía espiritual» con la familia de Payá. El Papa ha deseado también el «total restablecimiento» de los heridos en el controvertido accidente de tráfico ocurrido el domingo en Bayamo, a 750 kilómetros al este de La Habana, en el que también murió Harold Cepero, miembro del movimiento cristiano que encabezaba Payá.

El régimen castrista ha tenido de nuevo a media oposición reunida. En el habanero barrio del Cerro, la parroquia El Salvador del Mundo, a la que Payá solía acudir habitualmente, se ha transformado en varios momentos en una tribuna política en la que resonaron los gritos de «libertad». Familiares, amigos, disidentes y diplomáticos, se han reunido allí, hasta la recepción de los restos mortales del destacado opositor con una cerrada ovación por más de 300 personas. Los aplausos se han prolongado durante 10 minutos.

La hija, Rosa María Payá, ha destacado que su padre había dedicado la vida a la causa de la libertad y los derechos del pueblo cubano, al tiempo que ha expresado el otro sentir y la duda de la familia y la disidencia: «Buscaremos justicia sobre la violenta muerte de mi papá y de nuestro joven amigo Harold».