El Periódico

Chernóbil, 30 años de infierno

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En abril de 1986, la dirección nuclear en Moscú decidió elevar la seguridad de los reactores de Chernóbil, que eran de grafito y refrigerados por agua. Bajo su tutela, los técnicos de la central debían realizar una prueba que consistía en averiguar cuánto tiempo la turbina de vapor seguiría generando electricidad. El ensayo concatenó una serie de errores humanos que impidieron la actuación de los sistemas automáticios de emergencia. A las 01:23 mintuos del 26 de abril se produjo la primera explosión y, unos segundos después, otra aún mayor hizo saltar por los aires el techo y las paredes de hormigón de la sala del reactor número cuatro. 

30 años después se ha completado un segundo sarcófago, que cubrirá el reactor y el primer sarcófago, hecho de urgencia tras la explosión y que ya está dañado. 

Los sarcófagos de la central de Chernóbil