Guerra familiar por la herencia de Johnny Hallyday

Durante el funeral celebrado el pasado 9 de diciembre en la iglesia parisina de La Madeleine mantuvieron las formas, pero la tregua ha durado poco en el mal avenido clan de los Hallyday. En cuanto se han conocido los detalles del testamento que ha dejado el rockero favorito de los franceses, ha estallado la guerra familiar.

Laura Smet, la hija que Johnny Hallyday tuvo con Nathalie Baye, ha descubierto con estupor que su padre no le ha dejado nada en herencia y sus abogados han anunciado este lunes que su clienta recurrirá a los tribunales para pleitear por sus derechos. A la demanda se ha sumado David Hallyday, fruto de la relación que ‘el viejo canalla’ mantuvo con otro ídolo de los años 60, la cantante Sylvie Vartan.

Un patrimonio colosal

El patrimonio del artista es colosal. Además de los jugosos derechos de autor por las canciones que jalonaron su larga carrera musical -que le reportaban una media de 1,2 millones de euros al año- están sus propiedades inmobiliarias -valoradas en 15 millones de euros- y una serie de empresas radicadas en Suiza o Luxemburgo para esquivar convenientemente el fisco francés.

Todo ha sido legado en exclusiva a su esposa, Laeticia, con la que estuvo casado 21 años. En el caso de que esta última fallezca, las herederas serán las dos hijas adoptivas de la pareja, Jade y Joy.

En Francia no habría sido posible desheredar a los hijos del difunto porque lo impide la llamada ‘reserva hereditaria’, un precepto que garantiza una parte de los bienes sucesorios a determinados herederos. Pero el testamento ha sido redactado con arreglo a la legislación californiana, dado que la familia Hallyday tenía fijada su residencia en Los Ángeles.

Los abogados de Laura Smet, Pierre Oliver Sur y Hervé Temime, consideran que, además de “extravagantes”, estas disposiciones contravienen el derecho francés y ese será su ángulo de ataque en el litigio que se avecina.

Nada para Laura

De seguir al pie de la letra las últimas voluntades del artista, Hallyday no le habría dejado a Smet absolutamente nada. Ni una guitarra, ni una de las muchas motos que coleccionó a lo largo de su vida, ni siquiera la carátula firmada del disco que contiene la canción ‘Laura’ dedicada a su hija, se quejan los letrados.

“He decidido luchar. Hubiera preferido que todo esto quedara en familia, pero lamentablemente nuestra familia es así”, ha escrito Laura Smet en una carta póstuma dirigida al cantante fallecido el pasado 6 de diciembre a los 74 años víctima del cáncer.