Pedro Pascal, el 'gringo' de moda

"Nadie me conoce, pero todos creen conocerme. Algunos me ven como un germen, otros como una maravilla. A algunos le tranquiliza mi imagen, otros sienten taquicardia. Pero cuando eres como yo, no importan lo que otros digan". El texto es más largo pero esto es, resumido, lo que dice en español –y en inglés– el actor chileno Pedro Pacal en el nuevo anuncio de la emblemática fragancia Solo de Loewe.

Pascal es el gringo de moda. Se ha convertido en un nuevo icono de estilo, ya sea con traje oscuro o con su jerséi multicolor obra del diseñador JW Anderson esta semana en Madrid, toda una declaración de intenciones para esta temporada. Si tenían alguna duda de su atractivo, ahí está también la entrevista y la portada de septiembre de la revista 'GQ', en la que aparece, molón, con un pantalón y una americana de piel de Prada. 

Pascal ha pasado por Madrid para promocionar, todo amabilidad, 'Kingsman: El círculo dorado', que se estrena este viernes y donde encarna "con mucha sorna" al agente whiskie. Y de paso se ha presentado también como nuevo señor 'Loewe'. A sus 42 años lo de chico ya no procede. 

Su cara y su bigote eran conocidos, pero su popularidad ha crecido exponencialmente, sobre todo gracias a dos series de televisión. Dio vida a uno de los personajes revelación de 'Juego de Tronos', aquel Oberyn Martell 'víbora roja' al que le iba todo –"es curioso que la gente se acuerde todavía tanto y eso que ya han pasado tres temporadadas desde que me liquidaron",  bromea sobre una serie de la que ya era fan antes de participar en ella.

Pero sobre todo es el agente Juan Peña de la DEA en la adictiva 'Narcos', de Netfilx. En esta tercera temporada, rodada entre Colombia, Miami y Nueva York, es él quien lleva el protagonismo con la voz en off.  Y a juzgar por lo que hemos visto detrás del rodaje, se lo ha pasado en grande con dos colegas como Miguel Ángel Silvestre y Javier Cámara, a los que dice "admirar profundamente".

Respecto al tema de las drogas, Pascal se ha mantenido reservado y equidistante en una entrevista a la Ser: "Yo tengo mi propia opinión que no voy a decir ahora, pero hay que separar dos cosas, por un lado está la industria, la plata, el negocio. Y por otro lado las adicciones, que es un tema sanitario", explica.

El camino recorrido por Pascal hasta copar portadas no ha sido fácil. De formación completamente autodidacta. "Cuando me sacaron de Chile tenía 9 meses". Fue cuando se produjo el golpe de Estado de Pinochet y sus padres, afines a Salvador Allende, abandonaron el país con destino a Dinamarca primero, y después a Norteamérica. "He vivido toda mi vida en los Estados Unidos, pero estoy muy ligado a mis raíces sudamericanas y en casa siempre se ha hablado español. Tengo 34 primos hermanos en Chile. Digamos que hablo español como un gringo", reconoce. 

Aunque asegura es "un orgullo formar parte de esta edad dorada que vive la televisión en la actualidad" reconoce que como desafío profesional le encantaría por ejemplo actuar en Broadway, él que vive en Nueva York. Es manifiesta su animadversión hacia el gobierno de  Trump: participó en la marcha de mujeres de Washington. En Instragram acaba de pedir colaboración con los damnificados del terremoto de México. Y en lo personal, según ha contado a la revista 'Telva' también lo tiene claro. "Soy muy fácil. A una mujer solo le pido que lo pasemos bien".