Los Alba nos abren su casa

Jacobo Siruela, tercer hijo de la duquesa,aporta su personal visión de la saga, alejada del morbo del papel cuché

El editor de Atalanta, en su cuartel general de Vilaür, fotografiado por su esposa, Inka Martí.

El editor de Atalanta, en su cuartel general de Vilaür, fotografiado por su esposa, Inka Martí. / periodico

ELENA HEVIA / Barcelona

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Por primera vez un libro de investigación se ocupa del madrileño Palacio de Liria en todos sus aspectos. El artífice queda en familia: es Jacobo Siruela, tercer hijo de la duquesa de Alba, quien coordina a una serie de especialistas y aporta su personal visión de la saga, alejada voluntariamente del morbo del papel cuché.

Haber crecido en un palacio rodeado de goyas, dureros, rembrandts y muebles rococó debe de imprimir carácter. A Jacobo Siruela, editor y tercer hijo de la duquesa de Alba, le tocó hacerlo en el madrileño Palacio de Liria, que apenas tiene que envidiar a su hermano mayor, el Palacio Real, en cuestiones de magnificencia arquitectónica y quizá lo supera en patrimonio pictórico.

Al niño Siruela las imágenes de los antepasados le contemplaban desde las viejas paredes. Ahí es nada, la duquesa de Alba, la original, la que pintó Goya, o el Gran Duque de Alba, el viejo ogro sangriento de los tercios de Flandes, obra de Rubens. Pero es lo que había: un hogar de 3.000 metros cuadrados más parecido a un museo que a otra cosa en los que poder jugar al escondite. La forma de reaccionar frente al peso de la tradición es diferente para unos y otros. El editor (Madrid, 1954) asegura que a él lo ha enraizado en el pasado, sin convertirle por ello en un conservador.

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