Kiko Rivera se hace 'youtuber'

El pasado domingo Kiko Rivera levantó el telón de su nuevo canal de Youtube (RiveraKikoTV, con un vídeo presentación que se ha granjeado más críticas que aplausos entre los fans de ver el mundo a través de esta ventana de internet. "Me presento de una manera muy natural, aquí en mi casa, para que conozcáis mi faceta artística, como DJ, y también mi lado más personal, mi día a día", dice el hijo de Isabel Pantoja en un corto en el que se le puede ver sentado en un sillón, con gafas y sudadera y con las franjas negras laterales típicas de quien graba con el móvil en vertical (algo totalmente prohibido en los manuales de multimedia). Este error de principiante ha sido ampliamente criticado en Twitter.

El debut 'youtuber' de Rivera dura menos de un minuto y destaca por su simpleza libre de filtros y montajes. "Quiero compartir con vosotros diariamente cositas y que formejos una pequeña gran familia" (...) "Dale mambo!", acaba su primer mensaje, no sin antes anunciar que utilizará el canal a diario para ir contando "cositas" tanto de su faceta personal como artística.

'DISLIKES' A PORRILLO

Aunque Rivera, de 32 años, tiene más de 1,2 millones de seguidores en Twitter, más de 140.000 en Instagram y 7.500 en Facebook, no ha sido tan bien recibido por la comunidad 'youtuber'. Bien es cierto que acaba de empezar y que, con tan solo tres vídeos, ya supera las 230.000 reproducciones, pero también lo es que los 'dislikes' tumban por K.O. los 'likes' de sus piezas.

LOS "EXILIADOS" DE LA TELE

Algunas de las críticas más sangrantes han sido de los "exiliados" de la tele convencional. "Aquí estamos las personas que dejamos de ver la televisión hartos de tanta mierda", le han dicho algunos; "No te hagas 'youtuber', tenemos bastante con soportar tus canciones", se han burlado otros. 

Tras el vídeo de presentación, Rivera ha subido dos más: 'Mi pequeño gran amor', una canción dedicada a su hija Ana, de dos meses, y '¡Gracias, familia!', para celebrar que ya ha superado la barrera de los mil subscriptores.

¿Cuál será la sorpresa de mañana?