La Verneda también es Barcelona

Señora Colau, la seguí a usted desde el primer momento en que la vi en televisión. De usted, lo que más me atrae es lo intrépida y directa que es; su lucha “de base” la convierte a usted en una contestataria infatigable, y tiene tanto que decir que “se le amontona la faena” al hablar. Más tarde, coincidí con usted en unas jornadas bajo el lema 'La ciutat oblidada' durante las cuales tuvimos la ocasión de hablar un ratito breve pero intenso. Por supuesto, aproveché ese momento para mostrarle una camiseta de fabricación propia que llevaba puesta para la ocasión y que mostraba la imagen de uno de los bloques de La Verneda (mi barrio), cuyo único embellecimiento era el marco dorado que le puse junto con un ‘I love Verneda’.

Pues bien, señora Colau, llevo 50 años viviendo en este barrio y, como cualquier historia pasional, tengo con él una relación amor-odio. Y mi amor incondicional se convierte en desánimo cuando veo que pasa toda una vida y han sido incapaces de cambiar nada de nada en lo que concierne a hábitos e infraestructuras. Incluso cuenta con el mismo descampado de siempre a la salida del metro de La Pau: no ha variado un ápice ni en restauración ni en la limpieza de sus bloques, ni en infraestructuras de ningún tipo. El concepto ‘mejoras’ desde luego no pasa por este barrio; por el contrario, la decadencia y la falta de servicios sociales lo ha convertido en un microespacio de la Barcelona más olvidada de todas, sin ley ni alcaldía que lo regente.

Un espacio incondicional donde ser dependiente o independiente importa poco, porque el dinero que gastan en trasiegos políticos deberían invertirlo en ciudadanos y mejoras, ya que sin duda pagamos sobradamente impuesto tras impuesto a cambio de nada de nada. Como bien decía en uno de sus temas el cantautor Patxi Andion, solo conozco la realidad del “Una dos y tres, una dos y tres, lo que usted no quiera, pa' mi barrio es...”.

Y, volviendo a esas jornadas que comentaba al principio de mi carta, quisiera destacar que estuvieron repletas de promesas y que hubo ponentes y ponencias muy interesantes, que espero que se lleven a cabo, pues la forma de plantear la interrelación entre barrios para convertir la ciudad en una Barcelona abierta y plural nos encandiló a todos. Pero, de momento, veo que la cobertura llega hasta el Clot, por ejemplo, y después hay serias interferencias hasta llegar aquí, La Verneda, el barrio donde vivo.

Espero que pueda usted subsanar lo antes posible tantas diferencias entre los barrios de Barcelona, priorizando la voluntad y necesidades de los vecinos.