Hasta cuándo, señores Rajoy y Puigdemont. Cuando van a pensar en nosotros, los que tenemos hijos, deudas que pagar, trabajo, nietos, pensiones... ¿Saben que existimos? Llevamos unos años pendientes de sus grandes ideas, no nos están dando tregua, casi cada día nos levantamos con una amenaza, si se observaran del otro lado, la verdad es para llorar.
Ustedes sentados en sus sillones con sus buenas remuneraciones y futuras pensiones, que por cierto no corren peligro y quién sabe si con una o más cuentas en Suiza. Y nosotros aquí, simples títeres de sus alucinantes decisiones, podemos acabar teniendo problemas con algún vecino, comerciante, amigo o hermano. Nos meterán en un polvorín del que no sabemos cómo vamos a salir, mientras tanto a sus familias ya se encargarán ustedes de protegerlas. No todo vale señores. Serán los auténticos culpables de lo que nos pueda ocurrir y mi historia, que no la suya, les juzgara por ello.
Si no llegan a acuerdos, váyanse, porque les pagamos para que solucionen problemas no para que nos enfrenten. Dejen pasar a otros porque está claro que no nos sirven.