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Una exposición para maldecir el franquismo

Estatua Franco

Estatua Franco / RICARD FADRIQUE

Pocas veces una exposición ha creado tanta polémica como la que está levantando la exposición temporal que se celebra estos días en el Born (santuario del nacionalismo catalán de 1714 creado por el exalcalde de Barcelona Xavier Trias), cuyo tema se trata de una exposición nítidamente antifranquista. Por título lleva “Franquisme, Victòria. República. Impunitat i espai urbà” y por antesala una estatua del dictador pero sin cabeza. Ambas intentan resumir el contenido de la exposición, que no es más que hacer reflexionar al visitante sobre la permisividad con los símbolos del franquismo en la ciudad y la banalización de la dictadura en democracia.  En resumidas cuentas, una exposición nítidamente antifranquista.

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No obstante, un sector de la población ha entendido lo contrario: ha visto en esta exposición un insulto a Barcelona y un ataque a la catalanidad. Desde pancartas de protesta hasta manifestaciones en contra, tanto de la exposición como de la estatua, han tomado en según qué ocasiones más protagonismo que la trascendentalidad de la exposición. Los impulsos contra la estatua se han liberado y cada mañana aparece la estatua mancillada: huevos, pintadas, cabezas de cerdo, etc. Al final, arte performativo de lo mismo que denuncia la exposición: recordar un pasado que todavía merodea por las calles y las instituciones pero que ya no se quiere. El objetivo de la exposición es crear una conciencia crítica ante franquismo, dejar de banalizarlo y tener herramientas para saber cuando sigue delante de nosotros.

Desgraciadamente nuestra historia es una pesadilla de la que queremos despertar, pero si no sabemos qué ha sucedido antes de nosotros, nunca seremos críticos con nuestro pasado y, por lo tanto, nunca podremos eliminar de nuestras calles e instituciones la libertad de la que todavía sigue gozando el franquismo.

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