Transporte público: Sostenibilidad pero sin olvidar la seguridad

Cada día, como otros miles de residentes del área metropolitana de Barcelona, cojo el metro para ir a la universidad. Dejando a un lado el desorbitado coste que supone ser un ciudadano comprometido con el medioambiente, me preocupa la aglomeración de personas que se concentra en las estaciones, tanto fuera como dentro del vagón. Según estadísticas publicadas en los mismos paneles del servicio de bus y metro de Barcelona, el uso del metro ha aumentado en el último año.

Sin  embargo, este logro queda ensombrecido por la problemática evidente del peligroso aumento de tráfico en los andenes. Como usuaria habitual del transporte público, creo que se deberían tomar medidas para paliar los efectos negativos que han degenerado de un cambio efectivo y prometedor que pasa por reducir el uso del vehículo privado. En otras palabras, se trata de apostar por la sostenibilidad  y la sensibilidad medioambiental sin dejar de velar por la seguridad de los usuarios del servicio de metro de Barcelona.