El trabajo duro debe ir acompañado de prosperidad

Mujeres en una cadena de montaje de Seat en Martorell.  / ALBERT BERTRAN

El trabajo duro es una virtud por razones obvias. Pero no debería devastarte. Si tienes que esforzarte demasiado, lo estás haciendo mal. Hay una diferencia entre que te planteen un desafío y luchar contra la corriente, y eso tiene mucho que ver con si estás prosperando o sufriendo en el proceso.

Aquí hay algo más que nadie te dirá: no estás hecho para hacer lo que amas; estás hecho para hacer aquello en lo que eres experto. Imagina un médico con un bajo coeficiente intelectual, pero con una gran pasión. La vida no se basa solo en cuánto placer se puede obtener de algo. Lo más importante es lo que tienes que dar. Y lo que tienes que dar ya está dentro de ti. Si tu período de estar atrapado o sin inspiración se extiende mucho más allá de lo necesario, probablemente significa algo: que debes intentar algo más.