El suicidio hay que prevenirlo, no obviarlo ni esconderlo

Como en todo tema tabú, la mayoría de gente niega, miente, esconde sus pensamientos reales. El suicidio es el tema tabú por excelencia, nadie quiere hablar de él, pocos son los que confiesan que a lo largo de sus vidas han pensado en quitarse la vida alguna vez, pese a que los profesionales aseguran que le ocurre al 80% de la población.

Todos hemos oído frases como “suicidarse es de cobardes”. ¿De cobardes? ¿Se es cobarde por tomar una decisión que no tiene vuelta atrás, por querer dejar de sufrir, por tener bastante de algo, por no esperar nada de nadie? Personalmente creo que es un acto de valentía que deciden 10.500 catalanes cada año: 500 suicidios consumados y 10.000 tentativas al año son las que se registran tan solo en Catalunya. Y eso, que solo se cuentan los casos en los que no hay ningún tipo de duda. Imaginaos cuántos accidentes de tráfico, caídas al vacío, sobredosis... Son suicidios y no accidentes, por lo que no se contabilizan como tales.

Es triste que, pese a la insistencia de los psicólogos, psiquiatras y terapeutas para que se hable del tema y se cree un programa real y efectivo para la prevención del suicidio, las autoridades hagan oídos sordos. ¿Tanto incomoda el suicidio a la sociedad occidental? Admitir el problema es admitir que hay algo que no va bien.

Según la OMS, un millón de personas al año se suicidan en el mundo. Es la primera causa de muerte no natural, ¿a qué esperan para hacer algo? ¿Se hacen campañas para prevenir los accidentes de tráfico y no para prevenir el suicidio, que causa más muertes? ¿Qué les ocurre? ¿Por qué obviar el problema? ¿Por qué esconderlo? Personalmente creo que el suicidio es una opción válida, pero en ningún caso la única opción. Pido a los políticos que empiecen a afrontar el problema.