Solidaridad contra la pobreza

He leído en la prensa un artículo sobre la pobreza en España y las cifras que indicaba me han dejado helado. Y no por las cifras, sino por la indiferencia que mostramos en la sociedad española ante estas cifras. Y es que solo nos acordamos de ellas cuando afectan de una manera directa o indirectamente a nuestra familia o a nosotros mismos.

Cifras como el que casi el 11% de las familias españolas tienen a todos sus miembros en paro, es decir, que no cobran nada. Que el 29% de la población de España está en riesgo de pobreza o de exclusión. Que el 40% de los españoles no pueden afrontar regularmente gastos imprevistos, y la más llamativa, desde mi punto de vista, por cuanto refleja cómo se ha vivido y se vive una crisis en la que las fortunas de tres personas es equivalente a la del 30% de las personas más pobres.

Estas cifras no nos pueden dejar indiferentes. Nos deben poner en alerta para intentar ser más solidarios. Y no se trata de dar más, como si fueramos una oenegé, sino de luchar -cada uno en función de nuestras posibilidades- por hacer una sociedad más justa y más solidaria, puesto que solo así se puede conseguir una sociedad libre, una sociedad igualitaria, una sociedad donde la exlusión no exista. 

Y esa debe ser nuestra lucha, nuestro objetivo a cumplir: una solidaridad donde las cifras de pobreza no solo se reduzcan, sino que desaparezcan.

Y ese objetivo se puede cumplir desde las instancias políticas con leyes más solidarias y menos impositivas para aquellos que menos tienen, con menos "prevaricaciones", menos querer más a costa de la desgracia de los demás, y con leyes de empleo más acordes al siglo XXI; no con sueldos precarios, empleos "exclavistas" y sobretodo con la idea de que todos y todas debemos luchar porque la solidaridad sea nuestro objetivo y así obligar a nuestros gobernantes a realizar y promover leyes que lo hagan posible.

Mientras no trabajemos en ello, la desigualdad será mayor y las cifras aumentaran, y algún día nos puede tocar a nosotros.