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A mí, por mucho que me lo expliquen, me cuesta entender que un Gobierno (nacional, regional, municipal, etc.) no pueda consultar a sus ciudadanos sobre todo aquello que requiera una opinión. Me cuesta mucho más creer que la Constitución de este país no permita que cualquier Gobierno pida opinión a sus ciudadanos (le guste o no al Gobierno del país). Si efectivamente la Constitución nos permite hacer determinadas preguntas y no otras, por incómodas que sean, mucho me temo que ante lo que estamos es ante una falta evidente de cultura democrática. Y mucho me temo que este es el verdadero problema de fondo, la falta de tradición democrática del país, sobre todo de la derecha, que con un pasado fascistoide se aleja mucho de la derecha civilizada europea (la británica, sin ir más lejos). En este país la democracia se entiende solo como un ejercicio permitido a los ciudadanos siempre que no moleste.