Respeto, todos somos personas humanas

Con todos los acontecimientos sucedidos a lo largo de estas semanas entre el Estado español y Catalunya, ¿qué papel nos queda a los ciudadanos?

La verdad es que no es una pregunta fácil de responder. Hay una gran diversidad de opiniones: los que están a favor de la independencia, los que están en contra, los que no quieren entrar en el tema... pero todos ellos tienen algo en común: son humanos.

La mayoría del pueblo catalán se sintió impotente el pasado 1 de octubre cuando se disponía pacíficamente a depositar su voto en el colegio electoral que se le había asignado y recibieron brutales apaleamientos sin razón aparente y de un modo totalmente desproporcionado. Con un balance total de 893 heridos.

Desde ese momento se radicalizaron más los dos pensamientos. Realmente creo que por mucho que la gente quiera la unión de España, tiene que ver que los hechos acontecidos el domingo 1 de octubre fueron totalmente innecesarios y que los Guardias Civiles y Policías Nacionales no tenían ningún derecho a hacer lo que hicieron, porque sobrepasaron límites totalmente infranqueables.

Todas las personas nos merecemos ser tratadas con respeto, ya que por encima de creencias religiosas, políticas, orientación sexual, somos personas. Nadie se merece ser maltratado ni amedrentado, y menos en el siglo en el que vivimos. Todos tenemos derecho a la libertad de expresión pero siempre y cuando no se haga uso de la violencia, porque de ese modo no se llega a ninguna parte y solo se consigue empeorar la situación y tensar más el ambiente.