Represión contra el diálogo

Es triste ver cómo se están sucediendo los acontecimientos en el devenir de los días ante el referéndum del 1-O en Catalunya y el deseo y el derecho de un pueblo a expresarse libremente.

Día tras día vemos cómo la represión gana al diálogo, así como la manipulación, la falta de verdad, el egocentrismo interesado. La represión vence, supera y humilla al diálogo, único método para la convivencia y la superación del odio que engendra cualquier acción de represión o de coacción de unas libertades y derechos que tanto nos ha costado conseguir en un Estado democrático.

Represión que más se asemeja a actos dictatoriales, con la mala utilización de la justicia, la detención de personas solo por defender lo acordado por un parlamento y la voluntad de una mayoría de un pueblo. Represión por controlar las cuentas para dañar la estabilidad económica alcanzada. Represión, en fin, que demuestra que esos actos son propios de una dictadura contra una democracia, legalmente establecida por la propia Constitución.

Aunque algunos medios, con el argumento de estar defendiendo la democracia, están alentando y aplaudiendo métodos antidemocráticos dictatoriales que van contra el diálogo y la democracia real que el pueblo desea y quiere.