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Reeducar a los votantes

Hemiciclo del Congreso de los Diputados, en una imagen de archivo.

Hemiciclo del Congreso de los Diputados, en una imagen de archivo. / EFE / JAVIER LIZON

La democracia española tal y como está configurada fomenta el desencuentro. Pablo iglesias o Íñigo Errejón no insultaban, no medían tanto su discurso, ni hacían tantísima política de teatro cuando no eran parlamentarios. Es como si el propio Parlamento te empujara a sobreactuar, ya que es el escaparate de tus votantes y donde más que el encuentro se da el desencuentro, cada uno coge su rol en función del que coge el otro. Si uno dice negro, el otro blanco, no vaya a ser que parezcan iguales. Y si pactan, lo hacen con el rabo entre las piernas o con un pretexto para explicárselo a sus votantes. Si alguna vez coinciden con otro partido, le dan a la vez una puñalada, no vaya a ser que sus votantes crean que están vendidos o que han perdido fuerza. Y así infinidad de estrategias cara a la galería.

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¿Qué democracia es esta donde los propios votantes son al final los responsables de la falta de pactos de los políticos? ¿Queremos unos votantes que no dejan ser flexibles, diplomáticos y negociadores a los políticos? Y si es así, ¿no deberían 'desprenderse' de esos votantes sectarios todos los partidos como quien se sacude el polvo y asumir que sus votos se pierdan? Quizá si se materializara la armonía que hay detrás del teatro parlamentario en beneficio de las negociaciones sin vetos, sin los grilletes de estos votantes, ganaríamos en celeridad y frescura, en democracia. Es cierto que se perderían votos de estos votantes sectarios (quizá al no ver ningún partido sectario que insulte a su gusto votarían en blanco), pero quizá los que votan en blanco ahora, votarían. ¿O es que asumimos que la mayoría de las personas son intransigentes? Intransigente y demócrata es antagónico. ¿Hasta cuándo se puede sostener una democracia con votantes intransigentes? ¿A qué esperamos para cambiar y reeducar en cultura democrática? Una utopía quizá no tan descabellada.

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