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Podemos: la esperanza en los brotes verdes

Florentina Vilanova Mora

Siento estupefacción, ante las opiniones que leo en la prensa y veo y escucho en las televisiones: No comprendo cómo profesionales de la comunicación nos ofrecen la vista del árbol y no tienen en cuenta el bosque que se oculta detrás. Me pregunto cómo es posible que gente nueva, en cualquiera de los partidos políticos viejos de este país puedan ofrecernos cambios importantes en el sistema mientras sus raíces podridas y viejas,  sigan teniendo voz y voto en ellos.

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Del PP poco puedo decir nada porque ni siquiera tiene brotes nuevos, pero del PSOE, es indecente que  personajes como Felipe González o al que fuera su segundo, Alfonso Guerra, todavía se les deje opinar, dar lecciones y tener peso en el partido. Que después de ser los más defraudadores con sus votantes, tengan la osadía de salir en público y que los medios otorguen autoridad y valor a sus opiniones. Me dejan consternada. 

Sé que al envejeder se pierde la memoria, pero no la dignidad; eso va con la persona. Estos señores que incumplieron muchas de sus promesas, llegando a apoyar  leyes nefastas para los ciudadanos y ciudadanas que confiábamos en su defensa y que dieron su apoyo al PP, evidentemente garantizándose así sus  pasos por esas 'puertas giratorias' con las que el señor González prometió acabar en una época (1977-82) en las que ni yo misma sabía el significado, y utilizarlas para su beneficio personal sin decoro alguno. Eso, por no hablar del señor Guerra, diputado con escaño durante 37 años y 10 legislaturas, sin apenas haber presentado iniciativas ni intervenciones, pero cobrando un sueldo público y manutenciones. 

No entiendo nada. Las propuestas de Podemos me recuerdan a las del señor González, un fiasco. Pero hoy entiendo que ya no hablamos de socialismo sino de justicia sentido común. Así  pues, pese a mi decepción con el PSOE, aún tengo la esperanza de que con esta nueva gente de Podemos, por el momento sin raíces podridas, se les de la oportunidad a esos brotes jóvenes. Brotes jóvenes que en las pasadas elecciones casi quedaron a la par con los socialistas, porque 5 millones y 5,3 millones es prácticamente un empate. Y lamento esa mínima diferencia en el resultado porque ya advirtieron los de Podemos que para cambiar las cosas tendrían de quedar por encima de ellos. Si IU  hubiera sido más sensata y no hubiera dependido de esas raíces, los brotes jóvenes hubieran podido unirse a Podemos, quedando así por  encima de los socialistas y segundos en la elecciones. 

Todo esto es el  bosque para mí. Por eso, invito a los lectores a pasearse por internet y repasar  programas y discursos del señor González, en esos años de 1977 a 1982. Es muy ilustrativo.

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