Perros que campan a sus anchas

No se alarmen, soy consciente de todo lo que se ha escrito sobre cómo los perros campan a sus anchas por la ciudad, sin que ello sirva para nada. No andaré con disquisiciones filosóficas ni literarias. Me dirijo directamente al Ayuntamiento de Barcelona para que, si lo cree conveniente, conteste a tres simples preguntas. Hay más, la casuística es casi ilimitada, pero sirvan estas tres a modo de muestra. 

1. Decreto de diciembre del 2014: los perros no están permitidos en las playas en época de baño (mayo-septiembre). Pero los perros campan a sus anchas durante todo el año.

2. Según el mismo decreto, los perros están permitidos en todos los parques y jardines, pero convenientemente atados, como por otra parte indican los innumerables letreros. Sin embargo, los perros campan sueltos a sus anchas.

3. Los perros no están permitidos en locales de hostelería en general (restaurantes, bares, cafeterías...) por razones obvias de higiene, por otro lado. Pero campan casi a sus anchas.   

Reflexionemos todos. Y ayudará a ello que el ayuntamiento haga cumplir escrupulosamente sus ordenanzas, que en otros ámbitos, bien que lo hace. Por ejemplo, en los temas relacionados con los coches, sin ir más lejos.