Perros en la playa sí, pero con responsabilidad

A partir del mes de junio y hasta el último domingo de septiembre de este 2016, los perros serán autorizados a bañarse en la playa de Llevant de Barcelona según una prueba piloto del Ayuntamiento e Barcelona. De esta forma, Barcelona pasa a ser una ciudad que permite el acceso y el baño de los canes a la playa. Esto no solo ha  ocurrido en las playas catalanas, sino también en muchas playas del resto de  España. Este asunto, como ustedes sabrán, está generando una gran controversia.

Personalmente, este tema me da mucho que debatir, ya que tengo una doble visión sobre este asunto. Desde mi humilde opinión, yo considero que la entrada de canes a playas ocupadas por personas, debería estar prohibida, no por el perro, sino por su dueño o dueña, ya que no sabemos qué tipo de educación ha recibido el animal para que permanezca cerca de las personas que están habitando la playa en ese determinado momento. No tiene que ser agradable ver una playa llena de pis y excrementos de estos animales o que un perro mal educado vaya a atacarte.

Por otra parte, otra cosa que me irrita respecto al cuidado de  nuestras playas es que muchas de las personas que las ocupan; ya sea  para bañarse, tomar el sol, hacer barbacoas, poner música o  simplemente para divertirse en ellas, hacen un uso indebido de ellas,  ensuciándolas, y dejándolas hechas una pocilga. Por lo que a estas personas se les debería prohibir la entrada a las playas por groseras  e incívicas. Este mal uso de la playa también es muy desagradable, y  para mí es aún peor si cabe dado que un animal no tiene conciencia, pero los humanos sí.

Ante esta incómoda situación, si no me quedara más remedio que elegir entre el acceso de una persona incívica que ensucia y un perro a nuestras  playas, elegiría sin duda al perro, siempre y cuando esté bien adiestrado.

Otra ordenanza anterior a esta (que supone ceder 1.250 metros cuadrados de la playa de Llevant a los canes) y que me parece correcta es la aprobada en febrero del 2015 y que establece el acceso libre de los canes a la playa excepto en la temporada de baños (fines de semana de abril a octubre y del 1 de junio al último domingo de septiembre).