El periodo de decadencia de España

No nos damos cuenta de aquello que estamos viviendo. “España pasa a la historia”, la mayoría de los que leéis este título pensaréis que mi texto trata sobre deporte, ahí está el problema.

No solo en España, en todo el mundo hay una crisis profunda en la sociedad.  

No nos damos cuenta, pero dentro de unos años nuestros nietos estudiaran el periodo de decadencia que vivió España, con un gobierno en funciones durante casi un año (y con la indecisión será más). Nos verán como vimos nosotros el caciquismo de Cánovas y Sagasta o  como vimos la semana trágica.

No sabemos lo cerca que estamos del estallido de la sociedad. La inestabilidad política nos afecta de manera indirecta y no nos damos cuenta.

No solo hablo de la española, que también, sino que un hombre como Donald Trump y sus ideales esté entre los dos principales candidatos a la presidencia del país con más fuerza de mundo. Que aquí en nuestro país no paren los casos de corrupción y que la gente siga impune, que solo se mire por partidos y no por ideas.

Llegados a esta situación debería dar igual de quién es la idea sino cual es la idea.

Desde el punto de vista de una ciudadana sin base previa económica, creo que deberíamos  ayudar a los innovadores, de los casi 47 millones de personas en España hay ideas de sobra, ideas que pueden salvar el mundo, vamos a hacer programas que eviten la fuga de cerebros, vamos a bajar las prestaciones de desempleo y crear la contratación y la remuneración de seguridad social más barata. Tomemos el dinero destinado a la defensa del país, entre otras cosas para comprar armas, para crear cursos de formación para personas en paro, en definitiva, vamos a ayudar a España. Sé que desde fuera es muy fácil decirlo y que su funcionamiento es un proceso lento y paulatino pero no creo que se esté enfocando en este sentido.

Votemos ideas no partidos porque me resigno a pensar que este nuestro país puede caer en unas terceras elecciones porque eso significaría la más grande y absoluta derrota de los españoles.

En definitiva, vamos a dejar de luchar unos contra los otros porque hay que recordar que la única víctima de la guerra es la verdad.