Pederastia: espero que tu vida sea un infierno, profesor

Sucede. Aunque lo esconda la vergüenza de las víctimas. Ocurre. Aunque lo encubra la poca vergüenza de los cómplices. Y vuelve a pasar, esta vez en los Maristas de Barcelona. Porque la impunidad se la pone más dura aún.

¿Por qué no los detenemos? ¿Por qué nos quedamos de brazos cruzados cuando ocurre algo así en vez de luchar hasta el final para que no vuelva a ocurrir jamás en ningún otro lugar? No entiendo cómo puede ser que un enfermo ponga la mano encima de un niño pequeño y no esté en la cárcel, como mínimo. No entiendo cómo puede ser que permitamos que un profesor abuse sexualmente de un alumno, insisto, abuse, aprovechándose de su superioridad física, de edad, de autoridad, y de todo.

No me puedo creer que haya directores o coordinadores que piensen que la mejor solución ante un caso de abuso sexual a un menor sea "que el profesor cambie de colegio para que no se vuelva a repetir y ya está". ¿Que cambie de colegio? Ni de coña. Se debe aplicar el denominado DAC: Denunciar a los abusadores; Apoyar psicológicamente a las víctimas; y Combatir la pederastia hasta el final para que desaparezca de nuestras vidas de una santa vez. Aunque a algunos les pese. Del abuso a la cárcel. 

Espero que te busquen, profesor, y espero que te encuentren. Espero que la justicia funcione de una vez en este país y que tu vida se convierta en un infierno doloroso.