La Misión de la ONU en el Sáhara Occidental es imprescindible

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas intenta estos días por todos los medios la ardua tarea de sacar adelante, un año más, una resolución que nunca, en las últimas dos décadas, ha sido tan compleja: la vigencia de la Misión de las Naciones Unidas por un Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).

El pasado 29 de abril venció su mandato y no se prevé un acuerdo de consenso. Marruecos, en un acto unilateral, expulsó el pasado mes de marzo al componente civil de la misión internacional, acto que, según la propia organización, perjudica el funcionamiento de esta y pone en peligro el ya deteriorado acuerdo de paz alcanzado entre las partes del conflicto Marruecos-Frente Polisario en 1991.

España, como miembro no permanente del Consejo, debe jugar un papel crucial y activo para evitar una catástrofe tan cercana histórica como geográficamente.

Una MINURSO con plena capacidad de maniobra es necesaria no solo para evitar una guerra innecesaria en una zona difícil, sino que también aleja la posibilidad de que otros países, como Sudán, imiten el gesto de Rabat con el resto de misiones de paz.