Micromachismos: pequeños pero peligrosos

Se llaman micromachismos, pero lejos de ser pequeños o inofensivos, son súperpeligrosos porque están en la base de las diferencias de género. Se empieza por comentarios o detalles que están en el límite delante del cual muchas mujeres no se sublevan y pacientemente los digieren y se acaba con violencia física. Es el cúmulo y asedio diario, culturalmente aceptado en muchos casos, que va minando la psicología femenina.

Ejemplos concretos: frases condescendientes o de superioridad; asumir que algunas acciones son solo propias de mujeres (pañales, platos, manera de vestir); trato diferencial (ceder el paso, besos en vez de dar la mano, quien recibe la cuenta o la bebida fuerte, señorita en vez de señora, nombre para la mujer, apellido para el hombre); piropos; regalos diferenciales ya desde niños y niñas... El comportamiento social actual está plagado de micromachismos e incluso pueden llegar a pasar desapercibidos, por ello son extremadamente peligrosos.

Es momento de sublevarse y rebelarse delante de los micromachismos y no admitir ni uno solo. Es momento de dar una educación desde la infancia sin diferencias basadas en el sexo biológico o de orientación sexual. Suprimiendo la base de la diferencias de género se llegará a una igualdad entre las personas.