Menos tecnología y más mejorar el trato entre las personas

Nuestros padres, cuando fueron jóvenes, no tenían Facebook ni Whatsapp y no eran ni más listos ni más tontos que ahora, es la juventud.

En la actualidad, quítale a un niño de quince años el móvil o el Facebook y son capaces de pegar, aunque seas su padre o su madre. Sin esas máquinas en las manos ya no son personas, el mundo se les derrumba.

Cuando salen de clase, la mayoría de la juventud, en vez de ir a estudiar a la biblioteca, se llevan el móvil, pero no para una urgencia, sino para perder el tiempo y al final del curso escolar, suspender asignaturas con el añadido del cabreo de los padres, ante su impotencia de no poder hacer nada para remediar el asunto.

No pueden pegarle, solo le pueden dar un consejo. Yo tengo Facebook, y pienso que no sirve para nada, tengo pocos amigos, los justos.

Facebook es un lugar para el cotilleo, para pasar horas mirando qué hace o qué deja de hacer, gente que no conoces. Todo el mundo va por la calle con el móvil en la mano, y la cabeza agachada, esa postura el día de mañana pasará factura.

Será otra etapa del proceso de hominización. Yo creo, que no vamos bien en este mundo que estamos creando, en lo que a redes sociales se refiere. Menos tecnología e intentar mejorar el trato y la comunicación entre las personas.