Manos Limpias: La honradez se quedó en el nombre

Los componentes de Manos Limpias encontraron la gallina de los huevos de oro, no tanto por su capacidad como abogados, sino por su capacidad de ejercer la abogacía para sacar unas ganancias personales que deshonran su oficio. Esta gente eran unos abogados a los que nadie contrataba ni nadie conocía, porque tanto los abogados, como los fiscales y los jueces, solo los conocemos cuando, por el azar, participan de un caso con personajes importantes, aunque eso no significa ni que sean buenos ni que sean malos.

Para coger notoriedad sin esperar al azar decidieron convertirse, aunque sin que nadie les llamara, en acusación particular de casos con renombre, con lo que empezaron a crearse un nombre al aprovecharse de acusar a gente conocida y que claramente eran culpables de lo que se les imputaba. De esta forma empezaron a ser conocidos con un nombre que sonaba a honradez, “Manos Limpias”, pero al final se dieron cuenta que esto no era tan rentable como parecía, por lo que aparentemente y a falta de juicios, decidieron evitarse trabajo y se dedicaron a pedir dinero a los posibles demandados para que ellos no se metieran como acusadores particulares, solucionando los casos con acuerdos más favorables para ellos que para sus representados.

Todo esto les ha funcionado muy bien hasta que actuaron más como delincuentes que como investigadores y cayeron de lleno en una trampa preparada por la policía. Siguen en el caso NOOS porque la abogada es subcontratada y dice que ella piensa seguir con el caso, pero yo me pregunto, ¿por qué lo hace si sabe que no cobrará por sus servicios? ¿Habría hecho lo mismo si Manos limpias, después de cobrar la presunta extorsión, le hubiera dicho que dejara el caso? En fin, como he dicho, solo es pura fama y vanidad.