Bakambu: la mano de la victoria

Mi intención no es cebarme con Bakambu. Evidentemente, su actitud es reprochable, pero el problema es lo generalizados y aceptados que están estos comportamientos antideportivos en el fútbol. Él marcó su gol, con el que hizo perder al rival, con la mano y lo celebró como algo magnífico. Y su equipo, el Villarreal, tan contento. 

No puede ser que un jugador marque con la mano y no lo reconozca ante el árbitro para que este anule el gol. Hemos de insistir en un cambio de valores que ponga la honestidad y el respeto (al adversario, al árbitro, a las normas y a la propia justicia) en el lugar más importante.

Hemos de conseguir que los jugadores aborrezcan los comportamientos antideportivos. Hemos de inculcar a los jóvenes el valor del honor, de la satisfacción por el deber cumplido, y no la sensación de que todo vale con tal de ganar. Este es el principio para ayudar a los jóvenes a ser personas con principios, personas que el día de mañana respeten la dignidad de los seres humanos en cualquier campo y situación: en política, como empresarios, como padres y madres, y como esposos y esposas.

El fútbol puede ser un medio para ayudar a que el mundo cambie, un medio para descubrir grandes valores. Vamos a aprovecharlo.

Ángel Andrés Jiménez, exárbitro de fútbol