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Los otros catalanes

Un colectivo denominado "Los otros catalanes" han hecho su aparición en pleno tsunami independentista, con el referéndum del 1 de octubre a las puertas. El etéreo grupo de "Los otros catalanes" se identifica con otro ente tan volátil como "la mayoría silenciosa". Se erigen en la Catalunya sensata y tranquila, la que no quiere líos ni problemas más allá de los que la propia vida te va poniendo en el camino. "Queremos tener salud, amor y trabajo", dicen. Como si a la gente que apoya la independencia le gustase estar enferma, en paro y sin nadie que le quiera ni a quien querer. Ellos aman "la paz y la libertad". Como si la Catalunya movilizada por el derecho en decidir fuera partidaria de la guerra, la tiranía y la opresión. La sarta de obviedades, eslóganes y significantes vacíos que encierra el manifiesto de "Los otros catalanes" produce sonrojo y vergüenza ajena. Las grandes revoluciones y cambios históricos para mejorar la vida de las personas, como es el caso del proceso democrático y pacífico hacia la independencia de Catalunya, se han hecho siempre con el esfuerzo y compromiso (no me gusta la palabra sacrificio) de mujeres y hombres valientes. El fin de la esclavitud, del trabajo infantil, del apartheid, del servicio militar obligatorio, etc. se lograron con lucha, movilización y compromiso, por encima de la pasividad y resignación de esas "mayorías silenciosas", que a la postre también se benefician de las conquistas logradas. Pasará lo mismo en la futura República de Catalunya, donde "los otros catalanes" podrán seguir haciendo su vida con total normalidad con todos sus derechos y libertades garantizados y, en muchos casos, ampliados.

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