Los efectos del aceite de palma, ¿desconocimiento o aceptación?

El aceite de palma es mundialmente utilizado para muchos de los productos cotidianos que compramos y consumimos cada día.

Proviene de la especie de palma aceitera ‘Elaeis guineensis’, situada en el continente africano que se introdujo de forma masiva en el suroeste asiático a principios del siglo XX.

Este aceite tan usual, y que solo el 20% de la población conoce, está situado bajo la sombra de la etiqueta de ‘aceites vegetales’. Lo podemos encontrar en bollería (tartas, galletas y pasteles), productos de untar (Nutella, margarina) y productos precocinados como pizzas. También podemos encontrar derivados de este aceite en la industria cosmética con el que se elaboran cremas, pasta de dientes y jabones.

El aceite de palma es muy económico comparado con otros tipos de grasas y aceites, pero tiene consecuencias negativas tanto en el medio ambiente como en el ámbito de la salud. Sus efectos en ésta son nocivos por el alto contenido en grasas saturadas. Un consumo prolongado y regular aumenta el índice de colesterol, lo que duplica el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, su cultivo y extracción produce una gran presión medioambiental en las selvas de Malasia e Indonesia, con 12 millones de hectáreas arrasadas por el fuego de los cultivadores. A su vez causa la desforestación y extinción de numerosas especies tanto vegetales como animales.

El estrés, las prisas, el bajo coste y su sabor lo hacen hoy en día un requisito indispensable en nuestras vidas pero, ¿somos realmente conscientes de lo dañino que es su consumo?

Alumnos de 1º de Bachillerato científico del colegio Nazaret de Esplugues de Llobregat.