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La lacra del alcoholismo y sus consecuencias familiares

Una mujer consume una bebida en la barra de un bar.

Una mujer consume una bebida en la barra de un bar. / FIRMA DE FOTO

El  8 de octubre asistí a una reunión, organizada por Grupos de Familia Al-Anon y Alateen, que celebraban su 53 aniversario. En ella se habló de cómo afecta el alcoholismo a los familiares, una circunstancia que nadie piensa que pueda suceder, que detrás de cada persona alcohólica, o que bebe demasiado, puede haber una familia que sufre las consecuencias con una vida de sufrimiento y que deja profundas secuelas en todos.

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Me sorprendió y me emocionó mucho la claridad y sencillez con la que hablaron los tres familiares (una esposa, un esposo y una hija) explicando cómo habían vivido y cómo habían salido de esta dolorosa situación al pedir ayuda a Al-Anon, una asociación de personas que se reúnen para ayudarse mutuamente compartiendo sus experiencias: qué han hecho para superar esta situación y cómo han encontrado el camino para recuperarse de su afectación.

También la experiencia que ofreció el enfermo alcohólico fue emotiva; se necesita mucho valor para exponer delante de un auditorio tan numeroso tu pasado, tus errores, el antes y el después. 

Participaron además dos profesionales, una psicóloga y un doctor, especialistas en adicciones. La psicóloga hizo una exposición de cómo afecta a las personas, desde su nacimiento, la convivencia con el alcoholismo en casa y cómo salir de ese caos gracias a las terapias profesionales y a la ayuda de los Grupos Al-Anon y Alateen. Ambos sabían muy bien todo lo relativo a la enfermedad del alcoholismo e insistieron muchísimo en que la sociedad ha de ser consciente del destrozo que esta enfermedad provoca en el entorno: laboral, social y familiar y que los allegados, para vivir de manera más saludable necesitan compartir con otras personas que  han pasado por esta experiencia.

Esa tarde aprendí mucho, a ser solidaria, a ser empática, a no juzgar, a no creer que a mí no me puede pasar, a reconocer que, a veces, necesito pedir ayuda, que yo sola no puedo...

Gracias por la lección, mensaje recibido y… muchas felicidades por tantos años prestando ayuda a quién la desea recibir.   

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