Inversiones en Catalunya sin predicar con el ejemplo

Me sorprende que Puigdemont exija que el Estado invierta en Catalunya según su PIB. Ningún país del mundo reparte sus inversiones en función del nivel de riqueza de sus regiones. De hecho, el propio Govern tampoco lo hace: invierte en la provincia más dinámica económicamente, Barcelona, 11 puntos por debajo de su porcentaje de PIB en Catalunya. Es decir, Puigdemont exige al Gobierno central dentro de España algo que él incumple dentro de Catalunya.

De hecho, las inversiones en líneas ferroviarias o carreteras tienen, por su propia naturaleza, una gran relación con la superficie de un territorio.  Que el gobierno de Catalunya, con solo el 6% de la superficie de España, exija el 18% de inversión en carreteras o vías férreas es inaudito y, en la práctica, casi imposible de realizar.

En Alemania,  por ejemplo, el ‘land’ que aporta más riqueza es Renania -un 22% del PIB germano- y solo recibe el 12% de las inversiones en infraestructuras. Los dirigentes renanos nunca se han quejado, conscientes de que la superficie de Renania es apenas el 10% de la alemana. Ojalá los nacionalistas tuvieran la sensatez de los políticos germanos.