No hay marcha atrás, hay que convivir

El turismo es lo mejor que le ha pasado a Barcelona y ha evitado que   la crisis nos afecte como al resto del pais. Vivo en el Eixample, donde   cerca hay bares que emborrachan a turistas en la   calle, porque es la costumbre en su pais. ¿Por qué no hay más vigilancia y control para evitar el descontrol por las noches? Pienso   que la gente se puede divertir de una forma civilizada y que todos podamos   convivir, pero hay que informar y vigilar. AquÍ se expone solo la   mala cara del turismo, pero sé que también vienen muchas familias y   personas decentes, atraidas por la belleza nuestra ciudad. Barcelona se ha transformado, y no hay marcha atrás: somos una capital como   Paris, Roma o Londres, donde además de molestias de turistas hay motos,   ambulancias y buses. El que no aguante, que se vaya a un pueblo o a   la montaña.