La era de la impunidad

Desde hace unos años, los casos de corrupción han inundado los periódicos y noticiarios. Se han oído muchos gritos de estupor desde entonces, pero también suspiros de alivio. “Los cargos responsables de nuestra sociedad ya no son inmunes a la justicia”, “Ahora se les pilla y se les juzga”, he oído en varias ocasiones. Pero echando cuentas, la justicia les sale rentable a los infractores.

El juicio de las tarjetas 'black' se ha saldado con penas muy gratificantes, como los dos años de prisión para Ricardo Morado por apropiarse de 450.818 euros o los dos años para Mariano Pérez por 379.513 y otros dos para Enrique de la Torre por 320.743. Al que peor le ha salido la jugada cobraría el equivalente a 13.364 euros por mes de detención. Un sueldo por el que muchos darían un par de años de sus vidas.

Por otro lado, Rato y Blesa copan penas de 4 y 6 años. Teniendo en cuenta que probablemente cumplirán una fracción de estas penas, se acordarán de esta historia como de una aventura. Pero el que mejor ha sabido jugar sus cartas es el señor Urdangarín, que se va a vivir a Suiza tras defraudar varios millones. Y es que en España la corrupción es un buen negocio.