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Duele ser un traidor en ambos bandos

Las calles serán siempre vuestras, sí. Porque el poder siempre será de ellos. Esos ellos del "!A por ellos!" no, sus "líderes". Y esos otros "líderes" de la proporcionalidad proporcionada y proporcional, y 'proporcionísticamente proporcionosa'.

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¿No os habéis dado cuenta? ¿Quién defendió mi derecho a decidir? ¿Fue la Generalitat de Catalunya? ¿Fue el Parlament de Cataluña? ¿Y de quién lo defendían? ¿Del conjunto de Cuerpos de Seguridad del Estado? ¿De una parte de ellos?

No, amigos. No, queridos familiares. No, compatriotas. No fueron los líderes los que recibieron los porrazos. Tampoco quienes los dieron decidieron darlos. Y los "líderes" que no lideran, no son líderes sino jefes. Son vuestros jefes porque se lo habéis permitido. Porque no os habéis planteado si las órdenes que dan son justas. En algunos casos, ni siquiera os planteáis si están legitimados para darlas.

El sentimiento catalán existe. Y el sentimiento español también. Y han sido tan inteligentes,  y nosotros tan borregos de ponerlos (ponernos) en contra en su propio beneficio. Para nuestro perjuicio. Como dijo un presidente, "cuanto peor, mejor". Qué bien hizo en escondernos los verbos de esta célebre frase.

¿Y qué pasó antes? ¿Alguien se acuerda? Y a quién le importa. Han jugado. Están jugando con nuestros sentimientos. ¿Y para qué?  Y a quién le importa. Pero ¿cómo hemos llegado a esto? Y a quién le importa.

Pues a mí. Porque cuando salgo de España se me llena la boca hablando de mi país. No os negaré que alguna vez me he quejado amargamente de la situación de la última década, pero jamás de sus gentes o su cultura. Y me queda muchísimo por descubrir de su diverso territorio. Pero es que cuando hablo de Catalunya, mi tierra (porque así la siento), se me acaban los halagos para describir lo que en mi opinión se asemeja, salvando las distancias, al paraíso. Mar y montaña, nieve y sol, arte, cultura, gastronomía, ocio, deporte tradicional y de aventura. Y siempre acabo mi relato con un "cuando vengas a España, tienes que venir a ver Catalunya". 

¿Y qué nos espera? En clave sociopolítica, una época dura y amarga. Otra más. Pase lo que pase. En clave personal, una dura decisión: si vienen mal dadas, ¿debería quedarme a proteger el patrimonio que dejaron nuestros padres o será mejor poner pies en polvorosa?

Me duele ser un traidor para ambos bandos. Me duele que haya bandos. Me duele.

Firmado: un Cata-ñol o un Espa-lán.

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