Desmanes de una sociedad aborregada y dormida

¿Realmente somos conscientes de la corrupción, los abusos y las tomaduras de pelo constantes a las que estamos sometidos diariamente?

Pienso que, realmente, algunos políticos, empresarios y vividores están tan seguros de que nuestro aborregamiento ya es crónico que nos pueden tomar el pelo y reírse de nosotros con la facilidad con que lo hacen.

Empresarios convencidos de que con dinero y buenos abogados no tendrán problemas para seguir estafando y alargando sus juicios (si los cogen, claro) hasta lograr penas mínimas (si las llegan a cumplir, claro está).

Políticos fulleros que saben que les seguirán votando por muy culpables que se pueda demostrar que fueron. Prepotentes, mintiendo, sabiéndose a salvo ante una sociedad adormecida, donde incluso la gente que es consciente de esa gran mentira ya solo piensa en su propia supervivencia o, peor: que, aunque saquen a ese, vendrá otro que robará igual, que no se puede hacer nada y, total, para eso, mejor que sea un ladrón de su partido. Así de triste.

Gente que justifica sus robos con historias rocambolescas de que todo "era legal". Sin rubor, conscientes de que una sociedad como la nuestra, en la que nos educaron, acepta con naturalidad que esto ocurra, que "gran señor es don Dinero" y nosotros solo trabajadores que bastante hacemos con vivir lo más dignamente que podamos.

Cuando vemos, sin grandes aspavientos, que en los días más fríos de este invierno, las compañías eléctricas, todas a una, como en un acto de sadismo extremo, deciden, casi riéndose de nosotros, subir un 30 por ciento la electricidad y nos anuncian con sorna unas próximas subidas y el Gobierno las justifica sin obligarle a mantener las tarifas (tenemos la electricidad más cara de Europa para más inri), ¿qué podemos esperar?

Y no, no critico a este Gobierno. No, lo que más lástima me da es pensar que, hoy por hoy, si subiera otro, haría lo mismo. ¿Tan tontos somos?