No se puede esperar nada que no haya sucedido desde que se inició el proceso al que la intransigencia, imposición y negatividad de España hacia Catalunya nos ha llevado. Mariano Rajoy mantendrá su linea, que es la de España frente a Catalunya. Es decir, intransigencia total con que Catalunya y los catalanes puedan elegir libre y democràticamente su destino. Destino marcado desde siglos por la falta de respeto, intransigencia, reconocimiento y generosidad de España hacia Catalunya, una actitud que no se solucionó con la llegada de la democrácia y que se ha endurecido en los ultimos años.
Artur Mas mantendrá suya posición, que es la de liderar, como es su deber, la opinión mayoritaria de los catalanes en las urnas de que deben poder encaminar su futuro libremente si es necesario con la independencia, con o sin el consentimiento de España.
El desencuentro Catalunya-España, por llamarlo de anguna manera, es total y no hay marcha atrás, menos por imposiciones. Ahora o nunca y por el bien de todos, dejemos que realmente haya democracia y que hable la ciudadanía.