Custodia compartida para el equilibrio emocional de los hijos

En relación con la carta de Francisca Daniels 'Los peligros de la custodia compartida impuesta'. En su carta se refiere al sufrimiento que le provoca a su hija la custodia compartida. Es decir, que no ve a su hijo en toda una semana y la siguiente estará toda entera con él. Es triste, sí. ¿Pues ha probado esta señora a ver a su hijo tan solo un fin de semana cada 15 días, y menos de la mitad de las vacaciones, aunque por ley le corresponda la mitad y le quiten días sin dar ninguna explicación del motivo? Bueno, sí dan un motivo: según la juez, que la madre no está de acuerdo. ¿Para qué más explicación?

Pues puestos a particularizar, esta es mi situación. Y la de miles de hombres. Pero esto les es indiferente: lo que importa es la madre y el niño, sin duda. El padre solo será un machista al que le importan un pimiento sus hijos y que lo único que quiere es no pagar pensión, ya que por lo visto es mucho más rentable que viva con uno mismo.

Si a su nieto, señora Daniels, le ocurre lo que dice, así será. Pero ese es su caso. Cuántos miles de casos hay de niños que sufren por no poder estar con a su padre. Cuando se implantan leyes, se hace para la mayoría; las excepciones van aparte. Mi caso es que vivo en otra ciudad, y por eso me sería imposible conseguir la compartida.

¿Por qué no tomamos ejemplo de los países que funcionan bien? Suecia, por ejemplo. Un país muy machista, supongo, ya que allí la custodia compartida está implantada hace mucho tiempo. Y los niños, está demostrado estadísticamente (no por un caso), están psicológica y emocionalmente mucho más equilibrados que los que no conviven con el padre.