Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Cuando tú ya no estés

Daniel Fernández Fernández

Cuando tú ya no estés, no vuelvas. De verdad. Si decidiste irte,  borra todo lo que ha propuesto tu marcha de tu memoria. Bórrame,  sácame, y conjuga otro verbo que no me lleve a mí contigo. Sal a la calle y vive la vida como lo hacías conmigo, de verdad. Pero esta vez,  sin tener que mirar el móvil cada hora para saber cómo estoy, por si me han atropellado por ir haciendo lo mismo que tú o por si he  llegado ya a Correos para enviarte un paquete.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Cuanto tú ya no estés, crea un eco para otra persona. Pero no toques el mío. No modifiques el sonido de tus cuerdas vocales pronunciando mi nombre tres o cuatro veces con otra persona, porque aunque con su nombre suene mejor, no va a tener jamás igual significado. Aísla tu vacío entre reflejos y mírate cuatro veces al espejo diciendo lo bien que estás sin mí. Lo bien que estás sin reírte forzadamente y lo bien que sientes ahora.

Cuando tú ya no estés, quiérete aún más de lo que te querías cuando  estabas conmigo. Quiérete el doble y júntate más a ti cuando estés durmiendo. No llores más porque no estoy en el ángulo perfecto  contigo, y llora de alegría al saber que tienes toda la cama para ti sola.

Por último, cuando tú ya no estés, escribe. Escribe, sangra, y  exprímete hasta saciarte en un papel. Expresa todo lo que quieres,  quisiste, y querrás. Hazlo porque no hay mejor terapia que esa para sentirse mejor con uno mismo. Escribe sobre otros. O sobre ti con otra persona. Y si escribes sobre mí, hazlo con el mismo lápiz y el mismo cuaderno con el que lo hacías otras veces, para no perder la costumbre.

Pero, de verdad, si tú estás, no busques razones para irte. Busca razones para combinar a la perfección ciencias y letras, música y matemáticas, catalán y castellano, derecho e informática, y, ya de paso, a ti conmigo.

Pero aunque lo intentes, llegamos a lo mismo: tienes que estar. Y  eso, querida, depende solo de ti.

Participaciones de loslectores

Másdebates