En el tremendo ataque de un menor a sus profesores no deben ignorarse cosas que han podido facilitarlo. Si es imprevisible, que todo siga igual, porque todo es perfecto. No se engañen, autoridades. Leo con estupor que el departamento de Salut afirma que los padres no han de informar de los problemas psíquicos de sus hijos. Así, ¿dónde esta la colaboración escuela-familia en la formación de los niños? Leo que ese niño tenía acceso a objetos peligrosos y, por sus dibujos, parece que tenía en mente el ataque desde hacía ya tiempo; leo que sus padres parecen personas con sensibilildad social y cultura. Sin embargo, no leo que haya ningún control psicológico en las escuelas públicas, no sé si en las privadas, pero ¿es que los brotes psicóticos surgen como setas? Ni alarmas ni pasar página, sino aportar líneas de mejora en concreto y públicamente.