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Carta de una discapacitada: "Me he quedado sin paga por un descuido de un día"

Oficina de empleo en Badalona.

Oficina de empleo en Badalona. / REUTERS / ALBERT GEA

Mi experiencia de cómo trata este Gobierno a los más desfavorecidos.  Ninguna intención de politizar. Sólo denunciar un caso actual, apoyado  por la ley del PP vigente en este momento.

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Tengo una discapacidad desde hace 50 años. Nací con una compleja  cardiopatía. Tenazmente conseguí hacer una vida normal -con mis  limitaciones-, sin solicitar ninguna ayuda mientras pude. Trabajé  desde joven hasta los 46 años cuando mi corazón no pudo seguir. Al   terminar mi último contrato percibí la correspondiente  prestación de  desempleo; cuando esta terminó, accedí al programa de Renta Activa de  Inserción, dada mi situación física y laboral, y se me reconoció una  discapacidad del 65%.

Empeoré hasta que un trasplante de corazón me devolvió  la vida. Voy  mejorando, no sin los daños colaterales que a menudo acompañan este  tipo de intervenciones, ni sin un estricto control médico y  farmacológico que forman parte de mi nueva vida.

Quiero trabajar, en cuanto pueda y los médicos lo consideren, aunque  no resulta nada fácil con 50 años y después de tres fuera del mundo  laboral. Muchos todavía no hemos notado que "España va mejor". Así que he seguido percibiendo dicha prestación de 426 euros,  cantidad  con la que, por todos es sabido, se puede vivir  holgadamente,¿no es así?

 Hace un mes, por descuido no sellé el documento de demanda de empleo. No estuve ni 24 horas de baja como demandante. Corrí a la  oficina del INEM y volví a darme de alta, contando con que recibiría  alguna sanción. Pero lo que recibí fue una carta informándome de que se  me había iniciado un proceso de exclusión del programa. Podía  presentar alegaciones en 15 días. Así lo hice. Los días pésimos frecuentes en mi estado no siempre se pueden justificar con  certificados, y  parecerían excusas. No acostumbro a mentir ni a  excusarme. Se me pasó el día y punto. Así que alegué la verdad: Que no  percibo ningún otro ingreso, que todavía no tengo alta médica ni  trabajo y que, de quedarme sin esta paga, me quedarían para vivir 0 euros.  Pues bien, esta alegación, demostrada, por supuesto, no es suficiente  para la ley actual. He quedado excluida.

Soy una persona feliz, renacida, y sé que hay seres humanos que se  mueven por altruismo; en mi interior llevo la mejor muestra. Tengo  ganas de trabajar,  y una madre con una pequeña pensión que me  mantendrá, como tantos pensionistas lo hacen con sus hijos y nietos en  esta España en la que  -repito- dicen que "todo va mejor".

Pero lo que no haré es callarme que para este gobierno olvidar  sellar la demanda de empleo unas horas te deja en la más absoluta  miseria. En cambio, olvidar tributar dinero negro, obtenido robando sin  rubor, y olvidar maletines llenos de ese dinero en paraísos fiscales,  incluso formando parte de la clase política, no se penaliza con nada.

¿Estos señores, por llamarles de algún modo muy generoso, son  quienes están capacitados para legislar, hacer justicia, trabajar para  nosotros y nuestros intereses?.  Perdonen, pero que no me pida nadie  que les tenga ningún  respeto.

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