Carta de un conductor de autobús: "Traicionado por el Ayuntamiento"

El 10 de junio se firmó un nuevo convenio para los trabajadores de Autobuses de TMB. No entraré a valorar el desastroso redactado que han rubricado el Ayuntamiento, la dirección de la empresa y sus sindicatos afines. Ya no podemos hacer nada para combatirlo puesto que nos ha sido impuesto de la forma más injusta posible.

Mi inquietud ahora es saber qué idea de democracia tiene nuestra Directora General, Mercedes Vidal (BeC) y por extensión su superiora en el Ayuntamiento de Barcelona, la alcaldesa Ada Colau. Inquietud fundamentada en el original sistema que han utilizado para ratificar su preacuerdo, permitiendo votar solamente a los afiliados de los sindicatos firmantes. Al resto de la plantilla, los críticos y los no afiliados, no se nos ha permitido votar. Así, como suena, un referéndum que recuerda oscuros tiempos pasados que creíamos superados. Y esa es nuestra inquietud, ¿Siguen las asambleas de BeC los mismos criterios? ¿Solo se deja votar a los que siguen la línea oficial? ¿Se les niega el voto a los sectores críticos? Si no es así, ¿por qué se instaura en TMB un sistema antidemocrático que no quieren para ellos?

La respuesta es sencilla, para que la plantilla no pueda parar por tercera vez sus imposiciones, ya que anteriormente ya salieron dos noes abrumadores en sendos referéndums. Está visto que no querían un tercer disgusto. ¿Esta es la nueva política? ¿Este es el cambio?

El “techo presupuestario” nunca fue el problema (como no lo es para financiar el Tranvía Privado por la Diagonal), el problema real era la negativa rotunda de los trabajadores a seguir blindando a nuestra millonaria Dirección y a sus cientos de cargos fuera de convenio, que estaban forzados por sentencia judicial a inscribirse dentro de convenio y hacer públicos funciones, sueldos, incentivos de lujo y demás. En el vergonzoso redactado del día 10 se les hace un traje a medida a todos estos expolíticos retirados, traje que pagaremos todos con dinero público, para eso no hay “techo presupuestario”.

¿Y qué interés puede tener BeC en ello? La cosa se aclara cuando uno sabe que la inmensa mayoría de esos empleados fueera de convenio son políticos con carnet de Iniciativa (parte de la coalición BeC) y PSC (flamantes nuevos socios de Colau en el Ayuntamiento) Una traición a los trabajadores en toda regla. Cambio... ¿Qué cambio?