Así se nos conoce: "La España de la pandereta"

Tranquilos, no pasa nada. Pronto saldrá lo que la gente hemos votado: corrupción, empobrecimiento del país, dictadura oculta por unas siglas, salida de grandes talentos (entre ellos nuestros propios hijos) a  otros países, porque aquí no tendrán ninguna oportunidad, salarios laborales precarios, menos posibilidades de que nuestros hijos puedan ir a la universidad, pensiones cada vez más míseras, tasas de universidades más altas, colegios públicos en barracones, servicios básicos cada vez más caros, etc.

También, y como es de suponer, ellos, tendrán su parte de pastel: sueldos de los políticos e inflados por ellos mismos, gastos en coches oficiales y seguridad, el IVA de los yates de lujo cada vez más bajo porque, pobrecitos, tenemos que facilitarles la vida cada vez más placentera. Sus orgías hacen rico y famoso a un país. Así es como se nos conoce en todo el mundo "La España de la pandereta".

Sus hijos son los únicos que podrán permitirse el lujo de ir a las universidades que, como es de suponer, escogerán las universidades más prestigiosas de Estados Unidos o Inglaterra, porque todo esto lo pagaremos entre todos y es que nuestros impuestos dan para mucho, sobre todo para pagar los gastos de tanta gentuza sin escrúpulos, pero ¿qué nos importa a todos nosotros todo esto si así somos felices?  "España va bien".

Pues nada, sigamos así, tocando la pandereta sin ser Navidad. Lo malo de tocarla es que, lo más probable, lleguemos a esta fecha y no podamos comernos los turrones con esa música; unos porque no tendremos dinero para comprarlos. Otros, porque no tendremos dientes para poder masticarlos.

También para aquellos que se lo puedan permitir (la gente rica que habrá aumentado en estos años) puede ser, que los profesionales, en este campo, hayan emigrado a otro país con más posibilidades y no quede ninguno, pero para ellos no será un problema, porque cogerán un avión y se irán a buscarlo a donde sea.

Lo mismo pasaba con el aborto ¿os acordáis? En aquellos años solo se lo podía permitir el rico. A pesar de que ellos iban en contra de dicha práctica, eran los primeros en llevarla a cabo.

¿O acaso no imagináis una España sin médicos, sin maestros, sin abogados etc?. Y para qué queremos a todos estos profesionales si no enfermaremos. Nos moriremos directamente. Tampoco necesitaremos maestros, porque nuestra prioridad será trabajar para poder vivir. Tampoco necesitaremos abogados, porque simplemente, no podremos defendernos. Nos moriremos de hambre. Nuestros sueños y los de nuestros hijos jamás se cumplirán por tener esa cabeza tan vacía de no haber votado por nuestros derechos como ciudadanos.

Es lo que hemos querido y votado, un país cada vez más sumergido en la pobreza y en la humillación.

Lo único que pido, y supongo que todos vosotros también, que pase pronto esta legislatura, porque cuatro años dan para mucho y podremos recapacitar el error que hemos cometido en estas últimas elecciones. Ahora no adelantamos nada con arrepentirnos. Era antes cuando podíamos haberlo evitarlo. Ahora es demasiado tarde.