De Aristóteles a Tsipras

Ptolomeo, Aristarco, Aristóteles, Platón y un sinfín de ilustres que han configurado el nacimiento de la filosofía y en consecuencia las   bases del desarrollo intelectual occidental. Lo que un día fue orígen se convierte de nuevo en el inicio de un nuevo caminar, al menos para los helenos y, por qué no decirlo, para el resto de Europa y del mundo.

Lejos quedan los enfrentamientos a sangre y metal, ahora se dirimen con votos y urnas, con intencionalidades y atrevimientos, con subidas y bajadas en los mercados. El hombre es capaz de lo imposible en situaciones límite y los helenos empiezan a entenderlo. Poco importa ya, a estas alturas, si la casta política y sus gestiones han sido los detonantes definitivos.

Y de la misma manera que un día aquellos señores con túnicas y   barbas largas, entre arenga y argumentación, constituyeron la base de nuestra sociedad, hoy vuelven a ser el centro de las miradas por ser   también los primeros que quieren decir a Europa, al mundo, que algo hay que hacer.

Quizá, y solo quizá, vuelvan a ser lo que un día fueron. Por ahora, lo   intentan, ya que todas la miradas están puestas sobre ellos.